¿Alguna vez has estado en una clase de inglés tan aburrida que estabas contando los segundos para que terminara? Te cuesta mantener los ojos abiertos…
Lamentablemente, la gran mayoría de las clases de inglés son exactamente así:
Largas listas de vocabulario para memorizar.
Reglas de gramática confusas.
Conjugaciones interminables de verbos.
Aburrimiento total.
Me acuerdo de mi clase de español en la escuela secundaria. (Soy de los Estados Unidos). Pasaba horas conjugando verbos y memorizando palabras.
Estaba tan aburrido. Y no me quedó nada de español (hasta años después.)
No es una coincidencia.
La neurociencia lo hace claro que…
Los niños aprenden poco y recuerdan menos cuando están aburridos en sus clases.
Las emociones negativas como la frustración, la confusión y el aburrimiento bloquean el aprendizaje en la mente del niño.
Esto frecuentemente crea un círculo vicioso en las típicas clases de inglés:
El aburrimiento bloquea el aprendizaje del niño…
…el niño no ve ningún avance y se desmotiva…
…el profesor le pone más presión y el niño se frustra aún más…
…lo cual inhibe su aprendizaje…
…y así sucesivamente hasta que el niño y sus papás tiran la toalla.
Por eso, es muy común que niños inteligentes luchen con el inglés por años sin aprender. Es simplemente porque sus clases eran fatalmente aburridas.
Pero, hay buenas noticias…
Con clases divertidas, podemos crear un círculo virtuoso.
¿Qué pasa cuando un niño se divierte en su clase de inglés?
La diversión estimula la liberación de dopamina, una sustancia química que juega un papel importante en la motivación y el aprendizaje.
Esto quiere decir que efectivamente la diversión abre las mentes de los niños.
Estudios científicos muestran que cuando se divierten aprenden más rápidamente. Se sienten más motivados. Recuerdan más. Y, cuando estamos hablando del aprendizaje de idiomas, hablan con más confianza.
Pero, como dicen en infomerciales, ¡hay más!
Un obstáculo principal en el aprendizaje de un idioma es el miedo de hablar.
La gran mayoría de niños tienen miedo a cometer errores. Por eso, no hablan y no aprenden.
Afortunadamente, los niños que están divirtiéndose pierden su miedo. (Tal vez, por la misma dopamina.) Comienzan a hablar. Y rápidamente comienzan a crear fluidez.
Entonces, cuando un niño disfruta sus clases…
La dopamina le ayuda aprender mucho más rápido…
…se escucha a si mismo hablando cada vez mejor…
…se motiva a seguir dando su mejor esfuerzo…
…y por lo cual aprende aún más…
…lo cual provoca más emociones positivas, haciendo que aprenda aún más rápido.
El resultado es que el niño domina el idioma en una fracción del tiempo que en una clase típica.
Y, claro, tú, Mamá o Papá, no tienes que obligar a un niño frustrado a ir a una clase de inglés. 😉
Por eso, estamos obsesionados con tener las clases más divertidas en el mundo.
Eso comienza con contratar a los profesores más dinámicos y divertidos (¡hacemos literalmente cientos de entrevistas cada semana!), y darles un ambiente de trabajo saludable y divertido.
También, en vez de memorizar palabras, enseñamos vocabulario a través de historias locas, con un método que se llama TPRS. (A los niños, les encanta este método y recuerdan muchas más palabras.) Es más, constantemente, agregamos chistes, canciones, juegos e historias (apropiados para cada grupo de edad.)
Entonces, en English4Kids, verás a tu hijo riendo, cantando, hablando y hasta tal vez gritando. Puede parecer pura diversión—pero tiene un prepósito muy importante.
La diversión no es nuestro único truco
Aunque la diversión es clave, no es el único componente de nuestras clases. En English4Kids también hemos pasado años perfeccionando nuestras técnicas para enseñar pronunciación, aumentar el vocabulario y mejorar la fluidez.
Pero la diversión es un factor crítico porque cuando un niño está comprometido y disfrutando, todo lo demás se da de manera más fluida.