
Los niños tienen una capacidad única para aprender idiomas. Aquí va un caso real.
A fines de los años 70 en Nicaragua un grupo de niños sordos logró crear un lenguaje completamente nuevo.
¿Cómo lo hicieron?
Gracias a un programa gubernamental, un número creciente de chicos fueron entrando a dos escuelas especiales, donde los profesores se enfocaban en español hablado y el deletreo letra por letra.
El problema es que, en las salas de clases, esta metodología nos dejaba aislados y no lograban comunicarse bien.
Pero en el patio, durante el recreo, la historia fue otra muy diferente.
Querían hablar entre ellos, por lo que comenzaron a inventar señas asociadas con palabras y conceptos. Al cabo de un tiempo –y casi sin darse cuenta- crearon un lenguaje de señas totalmente desarrollado.
Varios académicos y expertos en lingüística fueron a conocer este impresionante caso, le hicieron seguimiento durante años, comprobaron que se trataba de un lenguaje bien estructurado y finalmente lo bautizaron como ISN (Idioma de Señas de Nicaragua).
Lo que en 1977 comenzó con un grupo de apenas 50 niños, en 1997 ya tenía más de 3.000 niños que se comunicaban con ISN de manera nativa. Años después, el número ha seguido creciendo.
¿Se trata de una habilidad de unos pocos niños iluminados?
Esta es la mejor parte… ¡No! Esto se explica por una habilidad que todos los niños tienen, y que les permite aprender (o incluso crear) un nuevo idioma fácilmente.
¿Cuál es el secreto? La ciencia lo define como plasticidad cerebral.

El secreto del súper poder de los niños
En los primeros años de vida, el cerebro infantil presenta una alta plasticidad, es decir, tiene una tremenda capacidad para adaptarse y formar nuevas conexiones neuronales rápidamente.
Durante esta etapa, áreas cerebrales que son clave para el lenguaje están en pleno desarrollo y son especialmente sensibles a estímulos lingüísticos, como aprender un nuevo idioma.
Esta plasticidad alcanza su mejor momento alrededor del primer año de vida, comienza a disminuir progresivamente a partir de los cuatro años y acaba estabilizándose cuando ya somos adultos.
Esta característica permite que los niños absorban sonidos, gramática y vocabulario de forma natural y con fluidez. O sea, aprenden casi sin darse cuenta.
¿Sabías que...?
Un niño de cinco años conoce aproximadamente 10.000 palabras. Pero una vez que comienza a ir a la escuela empieza a adquirir entre ¡2.000 y 3.000 por año!
Y aún hay más…
- Cuando ya somos adultos el cerebro ya tiene conexiones neuronales ya establecidas y menos flexibles, lo que dificulta la formación de nuevas sinapsis para aprender un segundo idioma.
- Estudios con imágenes de resonancia magnética han demostrado que en niños bilingües una misma parte de sus cerebros es capaz de procesar ambos idiomas al mismo tiempo.
- En cambio, en los adultos que aprenden un segundo idioma, esta zona cerebral se divide y se dedica por separado a cada lengua, aumentando la dificultad para integrar un nuevo idioma.
- Además, los niños tienen una sensibilidad especial para distinguir y reproducir sonidos nuevos. Los adultos, en cambio, conservamos nuestro acento cuando aprendemos un segundo idioma y nos cuesta imitar la entonación y pronunciación.
¡CALMA!
Esto no significa que los adultos no podamos aprender
¡Por supuesto que podemos! pero de otra forma.
Existe un método que funciona perfecto porque está adaptado al cerebro de los adultos.
Puedes conocerlo en el siguiente link:
English4Adults
Otras fantásticas cosas que los niños bilingües pueden hacer
Gracias a la plasticidad de sus cerebros, nuestros pequeños también pueden:
Acento natural
Dado que los niños pueden distinguir y reproducir sonidos de diferentes idiomas con gran facilidad, si aprenden una segunda lengua desde pequeños les será muy fácil hablar hasta con el acento correcto, sin dificultad y con total naturalidad.
¡Por ejemplo! Mira este asombroso video de Luciana, una de nuestras alumnas:
Los niños tienen una mente abierta
Son curiosos y menos saturados de información. Esto los ayuda a incorporar nuevos conocimientos, así como una nueva lengua.
Los chicos bilingües fortalecen su memoria
Se sienten más confiados y seguros de sí mismos, entre otros maravillosos beneficios.
Sabías que…
Un niño de cinco años conoce aproximadamente 10.000 palabras. Pero una vez que comienza a ir a la escuela empieza a adquirir entre ¡2.000 y 3.000 por año!
¿Sabías que...?
Entre los 6 y 8 años los niños aprenden entre 6 y 7 palabras por día y unas 12 palabras diariamente entre los 8 y 10 años.