
Hola, soy Rodrigo Galdámez de El Salvador y tengo una historia que contarte.
Hace unos años mi familia pasaba por un momento muy difícil. Lo que mi papá ganaba no alcanzaba para cubrir todas nuestras necesidades y, para peor, enfermó.
Yo quería ayudar. Obvio.
Revisé muchísimas ofertas de empleo fantásticas, con buenísimos salarios y bonos que me permitirían no solo solucionar nuestros problemas financieros, sino también acceder a un mejor nivel de vida.
¿Cuál era uno de los requisitos esenciales en todas esas ofertas? Adivinen… Hablar inglés. Algo que hasta ese momento yo no tenía.
Decidí entonces aprender y ser bilingüe.
Misión imposible: Hablar inglés con los métodos tradicionales
Aquí comenzó el verdadero calvario. Probé de todo. Clases particulares y costosas escuelas. El tiempo pasaba y mi frustración aumentaba porque no lograba aprender.
Sabía de memoria prácticamente todas las reglas gramáticas y cientos de listas de vocabulario, pero no lograba articular ni una sola frase decente en inglés.
¿Se imaginan ya mi nivel de frustración?
Lo único que aprendí con total seguridad es que los métodos tradicionales no funcionan.
Cómo descubrí el método correcto
En lugar de rendirme me enfoqué en investigar por mi cuenta cómo el cerebro humano logra aprender un nuevo idioma con fluidez.
Llegaba a casa del trabajo, me encerraba en mi habitación con una montaña de libros de neurociencia y fui probando disciplinadamente todas las técnicas.
La mayoría no funcionaban. Pero algunas sí.
Entonces comencé a combinar las técnicas que funcionaban y a practicarlas.
Me di cuenta, por ejemplo, que si en vez de memorizar una larga lista de vocabulario aprendía esas palabras en el contexto de alguna historia divertida o loca lograba recordarlas al instante. Gracias esto podía usarlas fácilmente en conversaciones, en vez de quedarme en silencia intentando buscar la palabra correcta en mi mente.
También encontré métodos para mejorar mi fluidez, así como ejercicios para perfeccionar mi pronunciación, incluso de las palabras más difíciles.
De esta forma, comencé a sentir que el inglés se volvía algo tan natural como mi lengua española nativa.
De esta manera aprendí más en tres meses que en los tres años anteriores.
¡Me di cuenta que había creado un método completamente nuevo!
Mi vida finalmente cambió
¿Qué pasó?
¡Finalmente conseguí un trabajo en un callcenter de habla inglesa!
Creo que no existe un emoji que refleje la felicidad que sentí en ese momento.
En mi nuevo trabajo hablaba con estadounidenses todo el día en inglés. Ganaba el triple de lo que ganaba antes. Al poco tiempo, varios de mis amigos y colegas empezaron a pedirme que les ayudara con su inglés. Apliqué mi método, preguntándome si funcionaría para ellos también.
Pues, sus resultados fueron tan espectaculares como los míos.
Con esa experiencia, decidí dar el salto y lanzar mi propia escuela de inglés, para ayudar a otras personas a cambiar sus vidas a través del inglés, tal como yo lo conseguí con la mía.
De esta manera nació English4CallCenters. Comencé a reclutar un equipo para atender a la creciente demanda, y tengo el orgullo de decir que…
…ya hemos ayudado a más de 25.000 personas a conseguir trabajos gracias a que aprendieron a hablar en inglés.
El próximo paso: los niños
Con los excelentes resultados que estaban teniendo, y viendo cómo le estábamos mejorando la vida a muchas personas, con mis partners nos propusimos la misión de ayudar a cuantas personas como fuera posible. De esta manera, decidimos comenzar a enseñarles inglés a los niños. Pasamos casi dos años adaptando la metodología a la manera cómo aprende el cerebro de los chicos y fundamos English4Kids.
Desde entonces, ha sido increíble ver cómo miles niñas y niños de muchos países de América Latina, que han pasado años y años intentando aprender inglés en sus colegios o costosas academias particulares, sin ningún éxito, finalmente logran hablarlo con naturalidad.
Quizás lo más importante de todo es que los ayudamos a creer en ellos mismos ¡en que pueden lograrlo!
¡Tú también puedes!
¿Quieres terminar con años y años de frustración y que tus hijos e hijas aprendan realmente a hablar inglés?
Te invito a conocer nuestro método en una clase demostrativa, sin costo alguno, y tú eliges el día y la hora.
Estoy seguro que te vas a sorprender.
Puedes agendar la clase en el siguiente link al final de este artículo.
Un gran abrazo,

Rodrigo Galdámez
Fundador de English4Kids