Si has estudiado algo de inglés, ¡probablemente te has dado cuenta de que la ortografía no tiene sentido! 

Aquí te va quizás el ejemplo más raro: 

El “ough” puede producir una cantidad prácticamente ILIMITADA de sonidos diferentes. Mira esto: 

Cough. Rima con “off”. 

Though. Rima con “so” y “bow” (pero “bow” de “flecha”, no “bow” de “reverencia” que rima con “how”). 

Through. Rima con “dew” y “do”, que por cierto suenan igual. 

Tough. Como si fuera “Tuff”. 

Plough. Rima con “how” y “bow” (reverencia, pero no flecha). 

¿Quién diseñó este sistema? 

¡Esto no pasa en español! 

¿Por qué la ortografía del inglés es tan rara mientras que la del español no? La respuesta más sencilla es que el español evolucionó de un solo idioma (latín) y tuvo una sola institución (la academia real) que estandarizó su ortografía. El inglés, por otro lado, evolucionó de una mezcla de lenguas y nadie estandarizó su ortografía durante siglos. 

El Old English (que hablaban los Anglos y Sajones) primero fue fuertemente influenciado por el latín (de la iglesia), luego por el danés y nórdico de los invasores vikingos en el siglo VIII (¡mira la serie de Netflix The Last Kingdom sobre esto, pero no con niños pequeños!), y después fue profundamente transformado por los conquistadores normandos de habla francesa tras 1066. 

Durante todo este tiempo, el inglés nunca tuvo una “Academia Real” para estandarizar su ortografía. Así que, frecuentemente, los sonidos de las palabras habladas cambiaban, pero la ortografía no. Cuando finalmente comenzaron a estandarizar la ortografía inglesa, frecuentemente tomaban una mezcla de ortografías antiguas que no coincidían con la pronunciación y otras más nuevas que sí. 

Y, debido a eso, siglos después, ¡nosotros los pobres profesores de inglés estamos atrapados intentando explicar por qué “though” y “tough” no suenan nada parecidos entre sí!