En el actual panorama tecnológico en constante evolución, es esencial reconocer que las habilidades que antes eran suficientes para el éxito en el mundo laboral pueden no serlo en el futuro.  

Por eso, es crucial considerar qué sembramos en las mentes de nuestros jóvenes desde una edad temprana.  

• La creatividad Una habilidad fundamental que fomenta la capacidad de encontrar soluciones innovadoras a los desafíos que se presentan. En un mundo donde la automatización y la inteligencia artificial están desempeñando roles cada vez más prominentes, la capacidad de pensar de manera creativa y generar ideas originales será un diferenciador clave para el éxito profesional. 

• El pensamiento crítico Les permite a los individuos analizar información, evaluarla de manera objetiva y tomar decisiones fundamentadas. Esta habilidad es invaluable en un mundo lleno de información, donde saber discernir entre fuentes confiables y falsas se vuelve esencial. 

• La adaptabilidad  La capacidad de aprender nuevas habilidades y adaptarse a entornos y tecnologías en constante evolución es una ventaja competitiva significativa. 

Y por supuesto, además de las habilidades técnicas y cognitivas, es importante enfatizar la importancia de la ética laboral y los valores personales.  

Fomentar la responsabilidad, la honestidad y la integridad en el trabajo no sólo construye profesionales confiables, sino que también contribuye a la formación de ciudadanos íntegros y respetuosos en la sociedad. 

 Finalmente, no podemos pasar por alto la importancia de habilidades sociales y emocionales como la empatía y la colaboración.  

En un mundo globalizado e interconectado, saber trabajar en equipo y comprender las necesidades y perspectivas de los demás se vuelve cada vez más esencial.