Una de las cosas más difíciles para las personas que aprenden un nuevo idioma es el acento y la pronunciación. 

Esto es, también, MUY importante. Si bien un hablante nativo de inglés probablemente no notará algunos errores gramaticales, los errores de pronunciación pueden confundir o dificultar la conversación. 

Somos afortunados de que los niños aprendan los acentos más fácilmente que los adultos.  

Sus cerebros jóvenes crean las vías neuronales para los acentos y las pronunciaciones mucho más rápido que nuestros cerebros adultos. (Esta es una de las principales razones por las que es tan importante que los niños aprendan inglés desde pequeños). 

Además, hemos desarrollado una gran metodología para enseñar el acento adecuado. Pasamos una gran cantidad de tiempo grabando en video a nuestros estudiantes y luego trabajando con expertos en habla para identificar los problemas reales con sus acentos. 

Esto es lo que descubrimos: 

1. Hay 21 sonidos problemáticos: Para los hispanohablantes nativos, la diferencia entre un gran acento estadounidense y uno incomprensible son en realidad solo 21 sonidos problemáticos. Estos incluyen la “r”, la “th”, la “d”, algunas otras letras y algunas cuestiones de ritmo y tiempo.

2. Un acento perfecto es solo una cuestión de cómo mueves los labios, la lengua y la garganta mientras emites un sonido. Por ejemplo, un hablante de español abrirá los labios y tocará la parte superior de su boca con la lengua al hacer el sonido “r”. Esto suena muy extraño en inglés. Un hablante nativo de inglés retirará la lengua de la parte superior de la boca y hará el sonido “r” frunciendo los labios como si estuviera dando un beso. Esto suena muy bien en inglés… pero tiene el típico acento gringo cuando un estadounidense habla español.

3. Puedes usar ejercicios simples para hablar perfectamente. Con una serie de ejercicios simples, podemos enseñarle a la gente cómo hacer esos 21 sonidos casi a la perfección… sorprendentemente rápido. Una vez que aprenden a formar los 21 sonidos correctamente y desarrollan el hábito de hacerlo correctamente al hablar, su acento estadounidense es excelente.

Es por eso que verás a los coaches (entrenadores) de tus hijos exagerar los movimientos faciales y de la lengua. Sonríen de una manera muy marcada cuando hacen el sonido de la “e” larga y fruncen los labios como si estuvieran besando cuando hacen el sonido de la “r”. Los niños imitan los movimientos de la boca para replicar un acento estadounidense. Luego desarrollan el hábito de pronunciar cada sonido como un estadounidense. Pronto estarán hablando con una pronunciación casi perfecta sin siquiera pensar en ello. 

Los niños pueden seguir aprendiendo y practicando estos sonidos a raves del curso de pronunciación American Accent Secrets que encuentras en la plataforma.