Una de las cosas más difíciles de aprender un nuevo idioma es perder el miedo a hablar. 

De hecho, lingüistas y psicólogos han identificado exactamente por qué puede ser tan aterrador hablar un idioma extranjero. 

Simplificando (mucho), hablar un idioma implica dos funciones diferentes en nuestro cerebro: 

Hay una función de producción de voz, que te permite encontrar palabras y hablar con fluidez… y también una función de seguimiento, que controla lo que estás diciendo y te ayuda a hablar (más o menos) correctamente. 

Cuando estamos aprendiendo un nuevo idioma, hay muchas cosas que no sabemos, y la función de monitoreo puede activarse, bloqueando efectivamente nuestra capacidad de hablar. 

(Es por eso que muchos adultos descubren que hablan mejor su segundo idioma después de una o dos cervezas; la función de monitoreo se reduce a un nivel normal). 

(Curiosamente, algunos estudiantes tienen una función de monitoreo mucho más fuerte que otros. Aquellos con una función de monitoreo muy fuerte se sentirán muy nerviosos al hablar y tendrán dificultades para pronunciar las palabras. Se encontrarán excesivamente enfocados en las reglas. Por otro lado, aquellos con una función de monitoreo especialmente débil hablarán y hablarán cometiendo muchos errores, y puede tener dificultades para aprender a hablar correctamente el nuevo idioma. Nuestro trabajo es adaptar el inglés. 

Por supuesto, no estamos dando cervezas a los niños en la clase de inglés, entonces, ¿cómo podemos ayudarlos a perder el miedo a hablar? 

Primero, CELEBRAMOS los errores. Una de las afirmaciones que hacemos al inicio de cada clase es “ME ENCANTA equivocarme; los errores son parte del proceso”. Cuando los niños cometen errores, por supuesto, corregimos al niño, pero también tratamos de hacerlos entender. 

En segundo lugar, no comparamos los niveles de inglés de los niños. (Y lo alentamos a que no compare el inglés de sus hijos con sus compañeros: los niños aprenden a diferentes velocidades y el inglés debe ser divertido, no una competencia). 

Tercero, tratamos de encontrar temas que realmente atraigan a los niños. Cuando estás súper emocionado hablando de la última película de Pixar, ¡olvidas que estás nervioso! 

Cuarto, usamos juegos y canciones. Cuando los niños se divierten, a menudo se olvidan que están en una de nuestras clases y simplemente comienzan a aprender casi sin notarlo. 

En quinto lugar, utilizamos el aprendizaje mediante la narración de cuentos para que los niños hablen en un entorno divertido y de bajo riesgo. (Consulta mi boletín anterior para obtener una descripción del aprendizaje mediante la narración de historias). 

Finalmente, trabajamos arduamente para encontrar Coaches que puedan construir relaciones reales y de confianza con sus estudiantes. Los estudiantes deben confiar en el Coach y no preocuparse por cometer un error frente a él o ella.